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Dile adiós a la inflamación con una dieta FODMAP

¿Habías escuchado hablar de la dieta FODMAP?

Esta dieta es ideal para todas aquellas personas que sufren del síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn, colitis ulcerativa crónica, síndrome de colon irritable o ciertas intolerancias alimentarias.

Cabe recalcar que esta dieta no funciona como un tratamiento para todas estas enfermedades, sin embargo, puede ayudar bastante a controlar los malestares que estas provocan.



Seguro estás preguntándote

¿Qué es lo que tiene esta dieta que la hace tan especial para estos casos?, sigue leyendo porque aquí te lo explico.

El término FODMAP se refiere a "Fermentable Oligosaccharides, Disaccharides, Monosaccharides, and Polyols" o en español, oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables.

Básicamente, todos los alimentos que pueden llegar a fermentarse en tu intestino.

La clave de la dieta FODMAP se basa en evitar estos alimentos.

Los alimentos FODMAP son carbohidratos que se encuentran en diversos grupos alimenticios, dentro de los cuales se encuentran las frutas, verduras, lácteos, granos y legumbres.

Si se consumen en cantidades elevadas, estos alimentos pueden fermentarse en el intestino, produciendo gases y otros síntomas digestivos, como hinchazón, diarrea y dolor abdominal.


¿Cómo se inicia una dieta FODMAP?

En primer lugar, es necesario hacer una restricción estricta de los alimentos ricos en FODMAP, aproximadamente durante un período de 2 a 6 semanas aproximadamente (consulte a su médico para un seguimiento adecuado)


Posteriormente a este tiempo se podrán ir reintroduciendo los alimentos de manera gradual, con el fin de identificar los alimentos que producen malestar en el organismo.

Una vez identificados se podrá evitar consumirlos en el futuro y seguir consumiendo los que no causan síntomas.


¿Cuáles son los alimentos con FODMAP?

Existe una lista bastante amplia de los alimentos que contienen FODMAP, sin embargo, estos son algunos de los más comunes.

  • Frutas: manzanas, peras, duraznos, ciruelas, cerezas, mango, sandía, melocotón, aguacate, higos, granada, pasas, ciruelas pasas, frutas enlatadas en jarabe de fructosa.

  • Verduras: alcachofas, cebolla, ajo, espárragos, brócoli, coliflor, champiñones, guisantes, coles de Bruselas, apio, pimiento, remolacha, maíz dulce, calabaza, berenjena.

  • Lácteos: leche de vaca, queso fresco, queso cottage, yogurt de leche de vaca, leche condensada, helado.

  • Legumbres: frijoles, lentejas, garbanzos, habas, tofu.

  • Cereales: trigo, centeno, cebada, productos de trigo como pan, pasta, galletas, pasteles, pizzas.

  • Edulcorantes: sorbitol, manitol, xilitol, jarabe de maíz rico en fructosa.

Para que esta dieta no represente un problema para tu salud debido a una carencia nutricional, es importante que sea supervisada por un profesional de la salud especialista en nutrición.


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