El sistema inmunitario es conocido como el responsable de la defensa natural del cuerpo para su correcto funcionamiento, su principal labor es luchar contra los organismos ajenos al cuerpo que buscan perjudicar nuestra salud, como virus y microorganismos.
¿Cómo mejorar nuestro sistema inmune?
Existen muchos factores que ayudan e influyen de manera positiva al sistema inmunitario, como la práctica habitual de ejercicio por al menos 30 minutos donde realicemos ejercicios cardiovasculares y de fuerza para mejorar nuestra resistencia, la reducción del sobrepeso por medio de dietas combinadas con ejercicios que nos ayuden a llegar a un índice de peso medio y no consumir productos que sean dañinos para nuestra salud como el tabaco, alcohol o alguna droga.
Y sin duda alguna, consumir vitaminas de forma correcta, las cuales son imprescindibles para que el sistema inmunitario sea eficiente. Las vitaminas son sustancias orgánicas presentes en cantidades muy pequeñas en los alimentos que consumimos, pero necesarias para el metabolismo.
La importancia de las vitaminas.
Las vitaminas son agrupadas usualmente en forma conjunta y esto es debido a que son factores vitales utilizados para complementar las dietas y porque todas se descubrieron en relación con las enfermedades que causan su carencia, algunas de las vitaminas que favorecen al sistema inmune y que ayudan a mantener nuestro cuerpo sano son:
Vitamina A:
Estimula la producción de linfocitos y su actividad, ayudan al sistema inmune de forma directa, ayuda al cuerpo a producir las proteínas llamadas anticuerpos, que mantendrán a raya infecciones futuras.
Vitamina C:
Es conocida como la primera línea de defensa a la hora de combatir gérmenes e infecciones.
Vitamina E:
Actúa como un antioxidante para las células y fortalece las paredes celulares.
Vitamina D:
Activa los linfocitos T ante una infección y regula la producción de las citoquinas.
Vitamina B2:
Es fundamental para el bienestar de los glóbulos rojos.
Vitamina B6:
Aumenta la producción de células inmunes y de anticuerpos frente a una posible infección.
No cometas el error de consumir vitaminas de forma desmedida y sin la orientación de un médico experto en la salud.
Acércate con tu nutriólogo de confianza y busca tratamientos que sean funcionales para ti y que te ayuden a combatir los virus y enfermedades.
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